1/2/09

Xochimilco

El viernes me fui de roadtrip a Xochimilco con Jaime, Gaby y sus amigos de la prepa, literal roadtrip, porque como es costumbre en esta ciudad, cuando hay puente oficial, todos los capitalinos aprovechan para huir del caos unos días (huyen todos al mismo tiempo, lo cual genera más caos).

Con el nivel de tráfico del inicio de puente, hicimos 3 horas de camino para llegar al pueblo, llegamos a los embarcaderos a las 6pm, y está de más decir que una hora después que nos bajamos de las trajineras, la mayoría de los amigos de Gaby (ella incluida) manejaban un nivel de alcohol digno de una película de piratas. 















Todo era color de rosa hasta que Gaby decidió hablarles a sus papás (en un estado poco conveniente) para avisar que iba a llegar tarde, pero terminó diciéndole a su papá que estaba saliendo conmigo, a lo cual el señor no muy contento le dijo algo como "Hablamos cuando llegues". Sobra decir que yo no estaba muy entusiasmada con la noticia de que mi futuro/potencial suegro supiera de mi existencia, pero no le dije nada a Gaby (quien siguió bebiendo alegremente). 
Debí haberme imaginado que tanto alcohol combinado con un viaje en trajinera harían estragos en el estómago de una adolescente... no fui muy rápida, Gaby vomitó todo el asiento del pasajero, el pavimento, su ropa y la puerta de mi auto. 
El resultado: Llevé a Gaby a su casa tarde, muy borracha, y con la ropa hecha un asco. 
Ya no estoy tan enojada como lo estaba el viernes.

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